EL ADELANTADO FRANCESCO ROSI
Fue riguroso en desentrañar las lacras de su patria, pero no odioso. Fue valiente en meter el bisturí de su mirada en lo peor de lo que lo rodeaba, pero eso no lo hizo renunciar a la belleza. Fue realista, pero también creativo y sensible. Nunca dogmático ni moralista. Disparejo, jamás indigno.