VARIACIONES SOBRE TEMAS DE MIYAZAKI
Las obras de los maestros ancianos parecen alcanzar la infalibilidad de un prestigio probado. Máxime si la última película, en el caso de Miyazaki, fue realizada hace diez años y alcanzó alto aprecio de crítica y público. Es inevitable el condicionamiento y la expectativa. Luchar contra el propio prestigio arruinó la creatividad crepuscular de otros grandes autores como Fellini, Dalí o Matta. ¿Sucede lo mismo con el mayor maestro del cine de animación?