LA CIUDAD COMO ESCENARIO FÍLMICO
La ciudad se convierte en un vehículo para reconocerse, donde el paisaje citadino constituye un imaginario, con imágenes que se transforman en parte de un discurso que escarba en el tema de la identidad nacional.
La ciudad se convierte en un vehículo para reconocerse, donde el paisaje citadino constituye un imaginario, con imágenes que se transforman en parte de un discurso que escarba en el tema de la identidad nacional.
A través de la mirada, contaminada con el deseo, la mercancía toma un lugar en nuestro imaginario, que es el instrumento basal de la mirada; porque ver es un acto intelectual que hace que veamos a través del filtro de lo que ya hemos visto. Tenemos los humanos la inaudita libertad de mover la cabeza y mirar hacia donde nos dé la gana. Podemos girarla en redondo, incluso, libremente.