DÍAS PERFECTOS: PEQUEÑAS INMENSIDADES
Segunda película japonesa del ya legendario director alemán Wim Wenders, este es un filme donde, aparentemente, no pasa nada. Su protagonista habla poco, realiza un trabajo humilde limpiando baños públicos en Tokio y tiene un estilo de vida sencillo y rutinario, foco de la película. Resulta tentador juzgarla como la última representante de un cine más bien contemplativo, que Wenders ha cultivado con maestría en su carrera y que tiene algunos de sus más grandes exponentes en Japón.