Al menos, cuatro toneladas de material de documentación de la historia del cine y cerca de dos mil copias de películas, pertenecientes a la Cinemateca Brasileña, ubicada en Sao Paulo, ardieron la pasada noche del 29 de julio, en un incendio que se expandió rápidamente, dado el tipo de elementos altamente inflamables, almacenados en un galpón de mil metros, de los cuales 300 fueron consumidos por el fuego.
En 2013, la institución fue intervenida por el ahora inexistente Ministerio de Cultura, el que eliminó su junta directiva y su autonomía operativa. Este paso fue el primero de una serie de medidas que llevaron a la Cinemateca a una situación insostenible de abandono, agravada en 2020, cuando el Gobierno Federal rescindió el contrato con la Asociación de Comunicación Educativa Roquete Pinto (ACERP), organización privada, pasando a ser responsabilidad de la Secretaría Especial de Cultura, dividida administrativamente entre los ministerios de Ciudadanía y Turismo.
El año pasado hubo una petición internacional de ayuda cuando los recursos estatales no llegaron y la Cinemateca se vio al borde de la quiebra. En esa declaración de SOS, los encargados denunciaban que la “negligencia de la Secretaría Audiovisual del difunto Ministerio de Cultura hacia la Cinemateca provocó el incendio de febrero de 2016, el cuarto sufrido por la institución en su historia, en el que se perdieron definitivamente mil rollos de películas antiguas, hecho que en ese momento fue relegado por autoridades, que no han tomado ninguna medida para reparar o prevenir nuevos accidentes. En febrero de este año (2020), las instalaciones de la Cinemateca de Vila Leopoldina (São Paulo), que albergaba parte de la colección, se vieron afectadas por una inundación. Una vez más, la Secretaría Audiovisual se abstuvo de sus responsabilidades, no aclaró ninguna pérdida ni adoptó medidas para proteger las colecciones en peligro”.
También el año pasado, la Fiscalía interpuso una acción en la Justicia contra el abandono por parte de la administración pública y falta de contrato para la gestión de la institución, sumergida en una grave crisis financiera. Y en las últimas semanas, la misma entidad había alertado al gobierno brasileño por el riesgo de incendios en la Cinemateca, considerada una de las más importantes del continente. PP