¿Qué se necesita para que haya vida en otro planeta?: agua y un pampino 

Pampas Marcianas, dirigida por Aníbal Jofré, desafía las convenciones del género documental al integrar elementos de ciencia ficción en su relato. Desde el primer fotograma, la película se sumerge en la árida geografía de María Elena, un pueblo chileno ubicado en la región de Antofagasta. Con una duración de 75 minutos, Jofré logra capturar la esencia de una comunidad que vive en lo que es considerado el lugar más seco del planeta, un entorno que, paradójicamente, se asemeja a las condiciones de Marte.

La premisa de la película -¿qué pensarían los habitantes de María Elena, los llamados pampinos, sobre la posibilidad de colonizar Marte?- es tan audaz como cautivadora. Este planteamiento, que podría parecer una simple fantasía, se aborda con una seriedad y profundidad que invita a reflexionar sobre la identidad, el arraigo y la adaptación humana frente a entornos extremos. 

Aníbal Jofré emplea una narrativa colaborativa que integra voces diversas, desde la radio comunitaria hasta estudiantes del Liceo María Elena. Esta técnica no solo enriquece el relato, sino que también le otorga autenticidad. Los pampinos, descendientes de trabajadores de diversas salitreras, cerradas después del apogeo del salitre en Chile, se reconocen a sí mismos en esta comunidad única.

La época salitrera en Chile derivó en enormes riquezas para el territorio nacional, riquezas que lamentablemente jamás fueron compartidas con las manos de quienes las trabajaron. De cierta manera, el país siempre ha estado en deuda con los pampinos, a quienes apenas reconoce. Este contexto histórico añade una capa de profundidad al dilema planteado en la película, haciendo que la decisión de colonizar Marte sea aún más significativa.

Vale destacar, que la colonización fue aceptada por medio de un plebiscito, y de ahí en más, los pampinos comienzan a reconocer que son capaces de realizar ese aporte a la humanidad: «chuzo, pala, picota y ahora, astronautas«, se decían a sí mismos en la radio. Palabras que resuenan como un delicado homenaje al pampino esforzado, al ser humano ya que ha enfrentado desafíos históricos, que lo han preparado para este reto futurista. 

No obstante, lo que hace realmente especial a Pampas Marcianas es su capacidad para alternar entre el presente y el pasado, capturando la esencia de una comunidad atrapada en el tiempo. La cinta emplea simbolismos poderosos para subrayar este estancamiento temporal, como las tomas que parecen ancladas en una época pasada y las escenas que sugieren un futuro incierto. Esta dualidad no solo potencia la narrativa, sino que también ofrece una reflexión sobre cómo los pampinos se ven a sí mismos: no solo como trabajadores del salitre, sino como una comunidad con una identidad propia y un futuro por definir.

La decisión de usar un plebiscito, es un toque de genialidad. Este elemento añade realismo al relato de ciencia ficción a la vez que actúa como una metáfora de las decisiones cruciales que enfrenta la comunidad de María Elena.  La película logra tomar distintos acontecimientos de la realidad, reconocibles por personas ajenas a la comunidad, y los cruza con elementos de la ciencia ficción, haciendo de la colonización a Marte el eje articulador de la historia.

El uso de la radio local, videos grabados por los jóvenes de la comunidad, audios de whatsapp y material de archivo, también añaden capas de autenticidad al relato. Estos elementos permiten conocer de primera mano las voces y opiniones de los protagonistas (un sujeto colectivo), y también subrayan la naturaleza colaborativa de la película. Gracias a ella entendemos la profundidad del arraigo de los habitantes de María Elena a su tierra y la complejidad de la decisión que enfrentan.

Desde el punto de vista técnico, Pampas Marcianas tiene un aspecto notable. La cinematografía captura la dureza y belleza del desierto de Atacama con una precisión impresionante. Los colores, que resaltan el carácter árido de la región, y el diseño sonoro, especialmente el uso del viento, logran transportar a quien ve el filme a este entorno extremo. La combinación de estos elementos crea una atmósfera que es tanto inmersiva como evocadora.

El montaje de la película merece una mención especial. La alternancia entre escenas de ciencia ficción y documental está cuidadosamente equilibrada, creando una narrativa coherente y abarcadora. El lenguaje propio de los documentales, cruzado con la estetica y fotografía de la ciencia ficción, es un acierto en un filme que tiene un escenario idoneo para que el espectador/a se interiorice con la propuesta.

Pero sin duda, uno de los momentos más impactantes de Pampas Marcianas es su final. La película cierra con escenas de la demolición de otras salitreras, recordatorio visual de la constante amenaza de desalojo que enfrentan los pampinos, quienes viven directamente influenciados por las decisiones de SQM (*). Tema que agrega una capa más de incertidumbre a su futuro. 

A modo de síntesis, en Pampas Marcianas, Aníbal Jofré logra dar voz y vida a los habitantes de María Elena, ofreciendo una visión única de una comunidad que vive en el borde del mundo conocido, prácticamente, en otro planeta. La representación de los pampinos, sus traumas y su dilema sobre la colonización de Marte es tanto una exploración de identidad, como una reflexión sobre la condición humana. PP.

Pampas Marcianas. Dirección y guion: Aníbal Jofré. Guion: Felipe Morgado, Melisa Miranda. Producción: Felipe Morgado. Dirección de Fotografía: Daniela Camino, Juan Francisco González (II), Tamara Uribe, Valeria Hofmann. Montaje: Melisa Miranda. Sonido: Diego Aguilar. Casa productora: MAFI (Mapa Fílmico de un País). Documental/Ciencia Ficción. Digital/Color. 75 min. Chile, 2024.

(*) Sociedad Química y Minera de Chile, empresa minera privada dedicada a la explotación, procesamiento y comercialización del nitrato de potasio y fertilizantes de especialidad, yodo, potasio y litio.

Síguenos y haz click si es de tu gusto:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Instagram