UNA FÁBULA PREMONITORIA SOBRE EL DESENCANTO

Probablemente si hacemos el ejercicio de preguntar a un grupo de jóvenes veinteañeros si han visto series chilenas, la primera – y a veces la única – que recuerdan es El reemplazante. Las razones pueden ser múltiples, pero hay algunas intuiciones que se esbozan en esta crítica.

El reemplazante es una serie televisiva chilena basada en la idea original de Javier Bertossi, Nimrod Amitai e Ignacio Arnold. Fue producida por Parox con el apoyo del Fondo del Consejo Nacional de Televisión (CTNV) entre los años 2012 y 2014; emitida por Televisión Nacional de Chile (TVN) con unos índices de audiencia tan altos como poco frecuentes para las producciones locales.

El trailer anuncia una tercera temporada… que nunca llegó a concretarse.

Las series nacionales se han especializado en poner en escena periodos acotados de nuestra historia reciente, como es el caso de Los 80, o hechos noticiosos que han marcado a la opinión pública, como La Cacería, Perdidos en La Noche o 42, días en la oscuridad.  En todas, parte importante del vínculo que crean con la audiencia se sostiene en apelar a la nostalgia o a una sensación de experiencias compartidas enmarcadas en las claves de verosimilitud de su representación.

La historia de El reemplazante, sin embargo, es diferente. Su argumento no está basado en ningún caso real, pero al mismo tiempo es la historia de tantos. Carlos Valdivia (Iván Álvarez de Araya) es un hombre exitoso que trabaja como ejecutivo de inversiones y pierde todo cuando intenta hacer un gran negocio que sale mal. Tras pasar una temporada en la cárcel pagando su delito financiero – lo que da cuenta de que no pertenece a la elite – debe dejar la zona acomodada de Santiago donde vivía para volver a la casa paterna en San Miguel.

Con el fin que vuelva a retomar las riendas de su vida, su padre y hermano lo impulsan a tomar un trabajo como reemplazo del profesor de matemáticas en el colegio Príncipe Carlos, donde ambos trabajan. Así Carlos Valdivia, se transforma en el Profe Charly, con un desgano que es, en parte, miedo a volver a la realidad vital de la mayoría de los chilenos.

Su interacción con los estudiantes comienza con dificultad, pero a medida que avanza la serie los problemas de los jóvenes del curso asignado se transforman en sus propios conflictos. Los vínculos se estrechan particularmente con Flavia (Karla Melo), la niña popular que debe enfrentar un embarazo adolescente; y con Maicol (Sebastián Araya), un joven que es constantemente tentado por el narco local para que sea su “soldado”.

Si bien el argumento del profesor afuerino que llega para ganarse el respeto de estudiantes difíciles ha sido visto en varias películas, desde el clásico Al maestro con cariño hasta Mentes peligrosas, en esta serie cobra importancia porque da voz a una juventud nacional muchas veces invisibilizada por los medios.

De esta manera, durante sus dos temporadas, la serie aborda grandes temas como el embarazo adolescente, los peligros de la deserción escolar entre las garras del narcotráfico, los incipientes conflictos producidos por la inmigración o la negligencia de los adultos hacia las infancias. Pero, también muestran los pequeños anhelos que pueden movilizar a la juventud en una sociedad de consumo que los crió bajo la premisa de que un par de zapatillas lo valen todo.

El impacto de El Reemplazante radica, entonces, en dos elementos principales: el retrato crudo de un sistema educacional quebrado y desesperanzado que pocas veces aparece en la ficción nacional; y la puesta en escena realista de un Chile alejado de los grandes éxitos del fin de la transición. La pobreza de sus locaciones, el polvo de las calles, refrigeradores vacíos y la vida en las poblaciones, tal cual es, evoca representaciones noventeras como la de Johnny cien pesos o Taxi para tres. Imágenes que, para mediados de los años 2000, ya no tenían mucha cabida en las pantallas chilenas.

La representación de la marginalidad no cae en el estereotipo, sino que es trabajada de una manera cuidadosa. Los estudiantes del colegio Príncipe Carlos se sienten muy reales, precisamente, porque la producción priorizó la participación de actores debutantes y algunos actores no profesionales que fueron elegidos en un casting abierto. Por otra parte, las vestimentas y el lenguaje que utilizan los personajes configuran un reflejo directo de los liceanos que marcharon por las calles durante la movilización estudiantil del 2011.

Lo que hace que esta producción sea aún reconocida, y permanezca tan vigente,  tiene que ver con una característica que algunos análisis académicos* han calificado como una representación premonitoria de lo que cuajaría el 18 de octubre del 2019: el desencanto ante el modelo neoliberal. En ese sentido, la serie pone en la pantalla chica, adentro de nuestras casas, lo que a veces cuesta ver y asumir: la exclusión que genera una mala educación pública basada en el sistema de subvenciones, la vulnerabilidad en la que están los jóvenes de las clases más populares y una desesperanza que siempre está por estallar.

El eslogan con el que fue promocionada la serie es: “Rompió las reglas… y cambió sus vidas”.  En ese sentido, no solamente el profesor que llega de reemplazo a un liceo precarizado rompió las reglas, sino que la producción de esta serie también lo hizo, mostrando una realidad que muchas veces es muy dura de ver.

El reemplazante (2012). Director: Nicolás Acuña. Ficción. Creada por: Javier Bertossi, Nimrod Amitai e Ignacio Arnold. Guiones de: Hernán Rodríguez Matte. Ignacio Arnold, Nimrod Amitai, Pablo Paredes, Javier Bertossi, Enrique Videla, Larissa Contreras, Malú Urriola, Paula Parra, Francisco Castillo. Reparto: Iván Álvarez de Araya, Sergio Hernández, Sebastián Ayala, Karla Melo,Blanca Lewin, Rosario Monasterio, Gastón Salgado. Productores: Rony Goldschmied y Leonora González. Casa productora: Parox.

24 episodios. Chile. Disponible en: www.cntv.play.cl

Esta columna recoge parte de las discusiones y análisis realizados por un grupo de investigadores asociados al Núcleo de Investigación en Televisión y Sociedad de la Universidad de Chile (NitsChile) y al Grupo Temático de INCOM: Estudios de Imagen, cine y televisión.

*

Cabello, Cristian (2021). Cuando la ficción anticipa la realidad (2012-2018). Series. International Journal of TV Serial Narratives, 7 (2), 61-72.

Martin-Cabrera, Luis. (2023). Breaking the Televisual Consensus in Chile: Popular Subjectivity and Popular Revolt in the TV Series El reemplazante. Latin American Research Review.

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