(CON DISFRAZ) DE CAMPEONES: EL JOCKEY Y EL VIRUS DEL BUEN CINE LATINOAMERICANO
Un viaje sin retorno se podría decir que es ver El jockey. Tal vez ni siquiera tiene camino de ida. La habilidad de los jinetes que nos comandan es sobresaliente, y provocan que la experiencia de ir a ver esta película sea bidireccional, nosotros vemos El jockey, pero su protagonista también nos ve, directamente a los ojos con anteojeras.