NO PERMITIR QUE EL OLVIDO CAIGA
Cuando el verano está en su punto, hay que recordar. Recordar a Elena Muñoz de Maureira que partió un febrero a su viaje definitivo, después de años de lucha incansable por la verdad. Hay que recordar un día de noviembre, instalado en la cronología del horror en Chile. Y marcado indeleblemente en el calendario personal de varias familias, en particular, en la de los Maureira, donde Elena era matriarca. Hay que recordar el valor de documento histórico que tiene el cine y la fuerza de sus imágenes.