FLEE, LA SUTIL FRONTERA DE LA FICCIÓN
Nunca se había dado en la historia de los premios Oscar que una misma película estuviera de candidata en tres categorías distintas, dos de las cuales parecieran ser incompatibles.
Nunca se había dado en la historia de los premios Oscar que una misma película estuviera de candidata en tres categorías distintas, dos de las cuales parecieran ser incompatibles.
Patricio Guzmán concluirá en las próximas semanas la posproducción de su último largometraje, Mi país imaginario. El filme aborda el estallido social chileno y la elaboración de una nueva Constitución. Está compuesto, principalmente, de entrevistas a mujeres que participan en movimientos sociales y cuenta con filmaciones de Pablo Salas. En este artículo presentamos algunas claves del documental, a partir de declaraciones del cineasta y de su director de fotografía Samuel Lahu.
No hubo Oscar. Pero Maite Alberdi, y su protagonista -devenido en personaje no solo público sino, casi unánimemente, querido- han recibido más atención que cualquier otra película nacional en los últimos tiempos. Tiempos en que la pandemia le ha impedido ser vista en salas de cine, pero que ha aumentado su taquilla vía streaming.
Entre las decenas de nuevas producciones que Netflix estrenó, figuraron tres películas estadounidenses que abordan historias del pasado que –sin haberlo planificado originalmente así–terminaron aportando a la reflexión sobre el presente de ese país, puntualmente en el marco de las agitaciones sociales que se gatillaron a lo largo de Estados Unidos a partir de mayo, con la muerte de George Floyd. Se trata de 5 sangres, El juicio de los 7 de Chicago y Campamento extraordinario.
La propuesta de documentar la vida y obra de Pedro Lemebel (1952-2015) no resulta sencilla. Si consideramos que es poseedor de una obra que desplaza los límites establecidos y configura un rabioso campo de acción política desde la disidencia, el malestar y la exaltación de las clases proletarias, retratarlo siempre será una forma de encasillar, algo problemático para un artista que precisamente operaba en la ruptura de los márgenes.
El colectivo MAFI retrata el antes, durante, y después de la venida de Francisco I a Chile con un ojo distante. En Dios, el Papa toma un segundo plano ante las peculiaridades de un Chile de discursos fragmentados y singularidades que remiten más a la comedia que a la épica.
No sabemos si la confraternidad entre Chile e Italia tiene un punto de partida, pero sí podemos afirmar que existe un hito que marcó la relación de los habitantes de ambas naciones y que se narra en el documental Santiago, Italia, en el que sus protagonistas relatan cómo la embajada italiana en Chile refugió y exilió a decenas de chilenos durante la dictadura de Pinochet, todo contado bajo la óptica y moral de Nanni Moretti.