FLEE, LA SUTIL FRONTERA DE LA FICCIÓN
Nunca se había dado en la historia de los premios Oscar que una misma película estuviera de candidata en tres categorías distintas, dos de las cuales parecieran ser incompatibles.
Nunca se había dado en la historia de los premios Oscar que una misma película estuviera de candidata en tres categorías distintas, dos de las cuales parecieran ser incompatibles.
Desde que Ucrania, es decir el antiguo Rusk de Kiev, dio origen a Rusia, hace más de mil años, hay disputas por la posesión de uno de los mayores graneros del mundo. Por eso el máximo monumento del cine ucraniano se llama La tierra y fue estrenado hace noventa y dos años.
Una trilogía es cosa de autores, no de cineastas con sencilla vocación de servicio. Por eso, las trilogías son lo de Patricio Guzmán. La épica de La batalla de Chile le ha quedado tan bien que mucho de lo mejor de su cine incluye la ambición de dar cuenta de la Historia –con H mayúscula–, de ser Testigo de su época, de encumbrarse a la alta condición del Cineasta Comprometido.
Profesor, dibujante, poeta, guionista y finalmente cineasta. Polemista temible, lingüista apasionado, mal bailarín, homosexual militante y arriesgado, italiano materialista y sin esperanzas. Nació hace un siglo, pero no se le nota.
La ya superada disputa entre el cine de géneros y el de autores ha vuelto a activarse en la última edición del Festival de Cannes, donde fue premiado Titane, de la joven y casi desconocida realizadora francesa Julia Ducournau.
Chispeante, risueña, ronca, un poco infantil y dueña de un carisma que ya no se encuentra a la oferta del mercado actual. Pero además una actriz que lo mismo pudo dar a la neurosis contemporánea el paisaje de su rostro, como contener a una comediante experta y a la persona auténticamente amable que era bajo las apariencias glamorosas de la estrella.
Que la realidad termine imitando la ficción (que, después de todo, es una forma creativa de la realidad) no es nada nuevo. Pero eso no evita sorprendernos con el preocupante parecido que una de las más famosas películas de Frank Capra tiene con hechos recientes.
Hay temas y relatos que parecen no conocer el ocaso de sus posibilidades. Puede que ser porque continúan siendo ejemplos de una permanente conducta social y que, por lo tanto, vuelven al presente para señalarnos lo que repetimos como error, una y otra vez.
Instintivamente rebelde, intrépido, mirada traviesa y encantadora, físico de atleta, feo y bueno para los combos, el amigo callejero que todos quisimos tener y el seductor irresponsable que nadie podía imaginar casándose para ser un buen padre de familia.